"Lo
que intento decirte es que entiendo lo que es sentirse el ser más
insignificante, pequeño y patético de la humanidad. Lo que es sentir dolor en
partes del cuerpo que ni siquiera sabías que tenías. Y da igual cuantas veces
te cambies de peinado o en cuantos gimnasios te anotes o cuantos vasos de
Chardonay tomas con tus amigas porque sigues acostándote todas las noches
repasando todos los detalles y preguntándote que hiciste mal o que pudiste
haber malinterpretado y cómo mierda pudiste pensar que eras tan feliz. A veces
incluso logras convencerte de que él verá la luz y se presentará en tú puerta.
Y después de todo eso, aunque esa situación dure mucho tiempo, vas a algún
lugar nuevo y conoces gente nueva que te hace recuperar tu amor propio y vas
recomponiendo tu alma, pedazo a pedazo y toda esa época difusa, esos años de tu
vida que has malgastado, también han podido desvanecerse."
Con esta cita de
la película The Holiday protagonizada
por Cameron Díaz, quisiera comenzar por dar una importante reflexión con
respecto a como superar una relación de pareja o como quieran llamarle.
Lo primero que
viene es el duelo, la típica fase en donde solo quieres morir y no saber nada
de la vida, ni de las personas que te rodean, no tienes ganas ni de levantarte
por las mañanas, ni de tomar ese rico café para comenzar el día, tampoco te dan
ganas de comer, solo dormir y cerrar las
cortinas, todo lo que te rodea te recuerda a esa persona, las calles, los aromas, la música etc. etc.
La segunda fase,
es el cuestionamiento, tal como dice la cita, ¿qué hice mal?, ¿por qué a mí?, ¿me
merezco esto?, ¿acaso nunca apreció todo lo que deje de lado, y todo el amor
que demostré?, créanme que nadie merece esto, ni la peor persona del mundo, incluso
esa persona tiene corazón según lo que creo.
Tercera fase,
vamos secando esas lagrimitas, y descubriendo que teníamos familia, y
maravillosos amigos a los que les habíamos causado un daño colateral
inevitable, ellos son los que te vuelven a sacar una sonrisa que
pensaste que él se había llevado, notas que tus amigos se preocupan por ti, por distraerte, llevarte
a los famosos Happy Hour, invitarte a disfrutar la vida en general y regalarte
gratos momentos, los cuales jamás viste por estar pendiente de tu relación
amorosa. Reconoces los pequeños detalles que te maravillaban previo al dolor
causado por la ruptura.
La cuarta fase
se refiere a la disminución del dolor y a ir olvidando paulatinamente sin darte
cuenta, al comienzo llorabas a cada hora, luego cada noche, después una vez por
semana, una vez al mes, hasta que el llanto y el cuestionamiento desaparece
definitivamente, tanto así que olvidas incluso lo que él vestía en ese día tan
oscuro.
La última y
mejor de las fases, es cuando vas limpiando tu alma, y vas dejando atrás los
demonios dentro de ti referentes a esa tormentosa relación, y haces un reseteo
para poder seguir adelante, eh aquí el momento preciso en donde conoces a otra
persona la cual te hace recuperar la estima aún más. Comienzan a salir, y ves
lo bello de disfrutar nuevamente del amor.
Por alguna
razón, la cual es un misterio aún para mí, no hay ser humano que no haya
sufrido alguna vez por una persona, ya sea directamente como una pareja o indirectamente,
como alguien que jamás has besado, es casi como una regla o ley pre concebida
para los llamados “tontos que se enamoran”( somos todos, me incluyo). No
existe la fórmula para olvidar la cuál le podamos pedir a Mr. Einstein, san Expedíto no lo hará rápido para tí,
y no hay una receta pa´ olvidar como dice el tal Arjona.
A una persona
que pasa por la fase uno, no hay que presionarla, creo que debemos pasar por
cada etapa a nuestro ritmo y tiempo, como amigos o familiares, solo debemos acompañar, apoyar, aconsejar, y seguir adelante junto al que sufre, como dice mi madre "el duelo no durará toda la vida".
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