Esta historia
como casi todas también es real, dedicado a aquellas bellezas comunes, pero híper
especiales, siempre hay alguien que te adorará tal cual eres, espero os agrade.
Camila era una
preciosa joven de uno sesenta y pómulos rellenitos de un hermoso color rosa, cuerpo
voluptuoso, cabello rubio oscuro, y una inteligencia y personalidad
cautivadora. Si…ya lo imaginan, muy a lo Bridget Jones.
Conoció a un
hombre un día cualquiera en un bar, un hombre con las típicas características
de la hermosura a nivel asombroso de unos 35 años, muy similar a Christian Bale en ese increíble
comercial de perfume o como el maravillo Sr. Wayne.
Por otra parte con su autoestima, jamás pensó que un tipo de
esas características la miraría a ella, con tanta mujer bella esa noche en el
bar. Mientras bebía tequila sunrise con su mejor amiga, también de una
belleza promedio pero de tez oscura,
ambas lo miraban alucinadas, el se acercó a la mesa de ellas, Miró
detenidamente a Camila y le habló. <<No lo puedo creer, este príncipe
escultural me está hablando>>, “hola
señorita, la he estado observando toda la noche, se ve usted muy encantadora, mi nombre es Andrés, vengo a
menudo a este bar y jamás la había visto, ¿puedo sentarme?”, “por favor no me
trate de usted, mi nombre es Camila, no suelo ir muy seguido a bares, claro que
puede tomar asiento”.
El escultural
hombre se sentó en la mesa y platicaron por horas, mientras su amiga bailaba
con un chico desconocido, Camila estaba extremadamente nerviosa, era la primera
vez que se daba esta situación, que un
hombre de aquellas características se le acercara para coquetear y no para
pedirle indicaciones de algún lugar o calle. Sus novios habían sido físicamente
similares a ella, lo cual tampoco le había molestado, no era una persona
superficial ni mucho menos.
Pasaron las
horas y ese maravilloso hombre le ofreció llevarla a ella y a su amiga a casa
en su auto, muy galantemente además pago la cuenta de sus tragos y los de su
amiga, las guio a ambas hacia su automóvil, un deportivo negro, obviamente del año, llevó rápidamente a la
amiga de Camila a casa y luego paró en una esquina, la acarició en los hombros,
la tomó de la cintura y la besó sin pedir permiso, era casi obvio que ella no
pondría objeción, mientras la besaba en el cuello, le dijo “¿te gustaría
quedarte conmigo en mi casa preciosa?”, Camila lo miró, ordenó sus pensamientos
ya que no era del estilo chica atrevida que va a la par con los hombres en
cuanto a relaciones casuales de un par de horas, no quería hacer notar
tampoco que tenía muchas ganar de irse
con él, pero al mismo tiempo pensó, que importa, si sé que después de esta
noche, jamás lo volveré a ver, así que le daré lo que desea. “sí, iré contigo”.
Llegaron al
lugar, un edificio espléndido, subieron el ascensor al 20avo piso, entraron a
un grande y lujoso apartamento, en tonos blanco, negro y gris, con muchos
cuadros del quijote, le indicó que tomara asiento en su bar, mientras le servía
un trago << por lo visto este hombre tiene mucho dinero>>, pensó
ella, lo cual no le importaba, ya que ella no era millonaria ni nada de eso,
pero tenia su departamento y su auto, lo que le costo conseguir pero de todos
modos era suyo y había construido su propia carrera paso a paso, sin apuros ya
que solo tenía 26 años, para sí misma había logrado bastante.
La tomó de las manos y la llevo a sentarse a un gran sofá de cuero negro en la sala, se sentó a su lado, con un whisky en las rocas, le indicó que se recostara sobre su regazo y comenzaron a conversar.
La tomó de las manos y la llevo a sentarse a un gran sofá de cuero negro en la sala, se sentó a su lado, con un whisky en las rocas, le indicó que se recostara sobre su regazo y comenzaron a conversar.
-
Dime preciosa, ¿a que te dedicas?
-
Bueno trabajo como decoradora de interiores en
una inmobiliaria en el centro de la ciudad, ¿y tu?
-
Soy empresario pesquero, me dedico a la
exportación de productos del mar y además tengo un par de viñedos.
-
Wow, eres muy exitoso
-
No es
para tanto, pero sí, me va muy bien, y por si quieres preguntar con respecto a
mi vida personal, soy divorciado hace 3 años.
-
No pretendía preguntar eso la verdad.
Un silencio
enorme rodeó la habitación, se miraron a los ojos, y comenzaron a besarse muy ardientemente, desesperadamente,
mientras rosaban sus cuerpos por sobre la ropa, Andrés la tomo en sus brazos la
llevó hacia su alcoba, la sentó a la orilla de su cama y comenzó a desnudarla, ella solo se dejó
llevar como era de esperarse, fue una de las noches más increíbles de su vida.
A la mañana
siguiente, era un día sábado, muy temprano, ella se vistió, tomó sus cosas,
prácticamente corrió a la puerta, como si supiera que ella no merecía un hombre
con tales características, como si fuese culpable de un terrible crimen.
Mientras intentaba abrir, lo cual no iba a funcionar ya que estaba todo cerrado
con un sistema de alarmas, por lo que con el ruido, despertó a Andrés,
quién al verla y solo vestido en esos
bóxer al estilo Calvin, la tomó por la cintura con ambas manos y la giró hacia él:
-
Adonde vas preciosa, ¿estás arrancando de mí?, ¿acaso
te hice algo malo?
-
Claro que no, fue muy bueno, pero yo creí que…
-
Yo creí nada, no soy tan malvado como para
dejarte ir así.
-
No dije eso, es solo que así creí que eran las
cosas de una noche casual.
-
¿ Una noche casual?, no pienses eso, no traigo a
cualquier mujer a casa, ahora, quiero que te quedes, tomaremos un rico baño de
espumas mientras te hago masaje, y luego prepararé el desayuno, prohibido irse
hasta que yo diga – esboza una sonrisa seductora.-
-
No sé que decir la verdad
-
Bueno, solo tienes que aceptar, te seguiré
tratando muy bien.
Asintió con la
cabeza y pensó << ¿Esto es un sueño acaso?, ¿yo en una romántica mañana
con el prototipo de Christian Bale?, me daré un pellizco para ver que no estoy
soñando, ok eso dolió. >>
Tomaron un baño,
mientras él masajeaba la espalda de Camila rodeándola con sus piernas, le
contaba historias de sus viajes por el mundo y de como su perfecto matrimonio
llego a un fin, mientras ella solo sentía que iba a explotar en cuerpo y alma,
sus mejillas estaban más rosadas de lo habitual, la situación comenzó a cambiar
el tono y ambos se rozaban dentro del jacuzzi, tuvieron sexo nuevamente,
mientras se sentía la respiración entre cortada de él, le dijo al oído:
-
Necesito verte seguido, me has vuelto loco todas
estas horas, debes darme tu número telefónico, email, o lo que sea.
-
<<Wow, esto es increíble, tranquila Cami,
es un buen indicio>> Claro, te anotaré luego mi número y mi correo electrónico.
-
Perfecto, disfrutaremos muchísimo.
Pasó una semana,
y el galán al estilo Hollywood le envió muchos mensajes de texto a Camila, le
envió flores a su oficina, chocolates, etcétera, ella estaba con una increíble fascinación
por la atención de este hombre, la iba a buscar al trabajo para llevarla a su
casa, aún sintiendo que tal vez era algo temporal, lo disfrutaría a concho,
incluso si luego del término tuviera que recoger los pedazos de su corazón
roto.
Llegó ese fin de
semana y de pronto pasaron casi 16 fines de semana en donde estuvo junto a ese increíble
hombre, no deseaba nada más que estar con él, pero descubrió lo que la llevaría
a tomar la terrible decisión de dejarlo, cada vez que quería salir a cenar o ir
a bailar, al cine, o invitarlo a una reunión de amigos, él se negaba, solo
quería tenerla ahí, escondida en su frío castillo, encerrada, << ¿acaso
se sentirá avergonzado de mi aspecto?, algo no me cuadra>>, pensó Camila
el último fin de semana que pasó con Andrés, tomaría la decisión de dejarlo
para siempre, con el dolor que eso implicaría.
Estando en la cama con él, se sentó tomó aire
y lo obligó a contestar:
-
Andrés, yo necesito saber algo, ¿acaso te avergüenzo?,
se que no soy una modelo, o como las mujeres a las que estás acostumbrado, pero
tampoco soy un adefesio sabes, y tengo cosas mas relevantes que mi aspecto
físico.
-
¿Qué?, estas loca mujer, como se te ocurre decir
semejante cosa.
-
Bueno, cada vez que intento salir contigo a un
lugar público, o presentarte a mis amigos, tal vez a mi familia, te niegas, sé
que no soy lo que esperabas, pero no puedo aguantar algo así, aún me queda algo
de estima.
-
No, es solo que no me gusta compartirte con nadie
y punto.
-
¡Por favor!, solo dime la verdad, no soy una
niña, tampoco voy a sufrir, al menos no toda la vida.
-
Está bien, si, no sabes la presión que es para
mí el aspecto físico, todo el mundo esta pendiente de mí y la mujer con la que
estoy, mi ex esposa era muy hermosa físicamente sabes.
-
Ok, ya me valió, me voy de aquí, olvídate de la
gorda fea y patética que escondes en tu castillo frío.
Camila se vistió apresuradamente, tomó sus cosas, e intentó salir, pero como siempre estaba todo cerrado con el sistema de alarmas de él, estaba a punto de llorar, ya que tal vez se había enamorado de ese hombre de ensueño.
-
Por favor, no te vayas, no puedo vivir lejos de ti,
tu aroma, tu risa, tus besos, tu cuerpo, todo me fascina, me haces sentir bien
preciosa
-
No me importa, por favor abre la puerta o
gritaré al salir que me intentaste violar, y lloraré muy fuerte que ahí si que
jamás me olvidarás.
-
Pero Cami, por favor-tomándola de los hombros-
no me dejes, las cosas están bien así, en esta guarida, solo para los dos,
-
No, abre la puerta, o ya sabes
-
Bien, abriré la puerta, espero no te
arrepientas.
-
Me arrepiento de no haberlo notado, tu
superficialidad es superior a lo que puedas sentir, hasta nunca príncipe cruel.
Camila abrió la puerta, miró por última vez a su príncipe e bóxer, corrió una lágrima por su mejilla izquierda, y salió del edificio.
Tomó un taxi
hacia su departamento, en un barrio de clase media pero que adoraba, lloró todo
el camino en el taxi, con el corazón roto como ella misma lo predijo, agradeciendo
esos maravillosos cuatro meses con el príncipe cruel, pero con un orgullo
creciente, sabía que pronto encontraría a un chico que la apreciara tal cual
era, sin prejuicios, tampoco cambiaría su aspecto por alguien, porque si decidía
hacerlo, sería por si misma, se debe amar primero lo propio y luego a los
demás.
Jamás volvió a ver al príncipe, cambió su número de móvil y lo bloqueó en su cuenta de correo electrónico.
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