Kathryn
Murphy: ¿Cómo vestías?
Sarah
Tobias: ¿Qué se supone que significa eso?
Kathryn
Murphy: Significa si acaso vestías provocativamente?
Mostrando
un gran escote? Se veía a través de tu blusa?
Sarah
Tobias: ¿Qué carajo importa cómo estaba vestida? Arrancaron la ropa de mí.
Kathryn
Murphy: Pero, ¿cómo te vistes hace que los chicos piensen que podrían tener
relaciones sexuales contigo? ¿Hiciste un show?
Sarah
Tobias: ¿Qué demonios estás hablando? Me viste en el hospital. ¿Crees que me busqué
eso? ¿Es eso lo que piensas? Si eso es lo que piensa, a la mierda fuera de mi
casa.”
(“The
Accused”, 1988)
Hace unos días
vi en las noticias de mi país, que fue enviada una ley al congreso sobre el
acoso callejero.
El Proyecto de
Ley establece tres tipos de conductas que recibirían multas: los actos verbales
y no verbales; la captación de imágenes; y los abordajes intimidantes.
Además, aquellos
actos de acoso sexual callejero que involucren contacto físico de carácter
sexual serían sancionados con presidio menor en su grado mínimo.
Como agravantes
de los delitos establecidos por el proyecto se establecen los actos en grupo o
contra menores de edad, mujeres embarazadas o personas con dificultades para
defenderse.
Referente a esto
último, no pude evitar el recordar la película "The accused", del año
1988, en donde una jovencita aunque no menos espléndida Jodie Foster encarna el
papel de una sensual chica, quién es violada brutalmente por tres universitarios
en un bar sobre una mesa de Pinball, por lo que no recibe justicia real,
ya que su abogada llega a un acuerdo con los defensores de sus agresores.
El
personaje de Jodie al saber dicho veredicto, se digna a encarar a su defensora
en una cena en su propia casa, en donde la reta con un sin fin de groserías
indicándole que ella fue violada y no cumplió con eso. A lo que la abogada se
llega a sentir tan culpable, que busca de modo exhaustivo culpar a las personas
que gozaron mirando la violación como violentos espectadores quienes provocaron
dicha violación y no hicieron nada al respecto.
Luego de una
dura batalla, el juicio se da a favor de ella, en donde se ve como la hacen
revivir un momento que cualquier mujer en su lugar quisiera olvidar.
¿Acaso este
proyecto de ley es exagerado?, muchos hombres han dicho que es exagerado, que
mirar el cuerpo de una desconocida en la calle, gritarle obscenidades, e
incluso rosarla no tiene nada de malo. ¿No tiene nada de malo?, de cualquier
modo están invadiendo la libertad de una mujer en todo, ¿creen que nos vestimos
para ellos? ¿Creen que eso nos hace culpables de que nos abusen o en el peor
caso violen?, claro que no, lo que me parece terrible es que se tenga que
enviar un proyecto de ley debido a algo que los hombres deberían aprender desde
niños en casa. Tal vez se intente evitar un mal mayor. no exagero, pero es una situación molesta, el que te acosen de modo impune.
Incluso mi madre cayó en el juego, no por ser mojigata ni mucho menos, si no por miedo a que algo me sucediera cuando era una jovencita de 15 años queriendo estar a la moda y mostrar mi vientre.
No existe motivo
para el acoso o violación, ni que ella estaba borracha, ni su modo de vestir
provocativo, o si estaba drogada, o bailó provocativa-mente, nada lo justifica,
he escuchado a mujeres decir que la mujer abusada tuvo la culpa, un sinfín de
veces, dejen de criar a los machos alfa por favor, miren que los únicos
culpables son ellos mismos, de invadir el cuerpo de una mujer que es sagrado,
ella elije con quien desea tener sexo, ella elije como vestirse, ella elije si
decide ser virgen hasta el momento de casarse, ella elije su vida y sus
fundamentos, además si ella fuese culpable, ¿no creen que todos los hombres
existentes serían abusadores o violadores?.
Para finalizar espero puedan ver esta película, la cual es un crudo relato de algo que en ese año se denunciaba cada 6 minutos.
“En
todo el tiempo que Sarah fue inmovilizada sobre esa máquina de Pinball , acaso otras
personas no lo sabían? Kenneth Joyce confesó que vio una violación y no hizo
nada. Él dijo que todo el mundo en ese bar se portó mal y tenía razón. Pero
no importa lo inmoral que sea, no es delito criminal alejarse de una violación. No es el delito criminal
ver una violación. Pero es criminal inducir, rogar, alentar o persuadir a
otra persona a cometer una violación. Sujetarla, adherirse a ella, hacerla
gemir. Estos tres hombres hicieron peor que nada. Aplaudieron, batiendo... Se aseguraron de que Sarah Tobias fuera violada, y violada, y violada, y violada. Y díganme,
eso fue nada?” (“The Accused”, 1988)